La lucha olvidada de los charaleños en la independencia de Colombia.
Charalá es un municipio ubicado en el sur del departamento de Santander. Sus orígenes poblacionales datan desde antes de la llegada de los españoles, cuando esos territorios estaban habitados por los indígenas Chalalaes. En la actualidad el municipio cuenta con una población aproximada de once mil personas y se encuentra rodeado por los ríos Taquiza, Cañaverales y Pienta. Charalá conserva características propias de las poblaciones colombianas que basan su economía en la producción agrícola, lo cual se ve reflejado en su arquitectura y sus estilos de vida. Sin embargo, su legado histórico hace de Charalá una población particular, destacada en el contexto de las luchas a finales de siglo XVIII e inicios del siglo XIX, como fue la Rebelión de los Comuneros, los procesos de independencia que iniciaron en 1810 y la resistencia local al proceso de reconquista iniciado por Fernando VII desde 1814.
Personajes de la historia de Colombia como José Antonio Galán, José Acevedo y Gómez, Antonia Santos permanecen no solo en la memoria de charaleños sino de toda Colombia. Aunque no se han agotado las posibilidades de investigación, la producción clásica de las academias locales de historia, los textos escolares, los colegios parques y esculturas construidos para conmemorarlos tanto a nivel regional como nacional han permitido mantener vigentes sus nombres e identificar las decisiones por las cuales tienen un lugar en la historia de Colombia. Situación contraria sucede con la investigación y difusión sobre los hechos que rodearon la llamada Batalla del Río Pienta, ocurrida en Charalá el 4 de agosto de 1819. Esta lucha se llevó a cabo apenas tres días antes de la decisiva Batalla de Boyacá entre realistas y el ejército libertador, el combate que dio por vencedor al ejercito liderado por Bolívar y disminuyó en gran medida las aspiraciones españolas por retomar el control sobre sus antiguos territorios.
Las investigaciones y la historiografía producida en Colombia sobre este periodo han enfocado sus intereses investigativos particularmente alrededor de la Batalla de la Boyacá. Por su parte, para conocer acerca de la batalla del río Pienta, es la tradición oral la única alternativa que ha permitido identificar grosso modo los hechos, lugares y las características de este enfrentamiento. No obstante, el impacto de la tradición oral no ha sobrepasado los límites locales y entre más lejos se esté del municipio cada vez es más borrosa la imagen generalizada de la batalla. Por tal motivo, se hace necesario que los investigadores profesionalesvuelquen la mirada hacia Charalá para tratar de comprender qué fue lo ocurrió el 4 de agosto de 1819. No se pretende desconocer esfuerzos individuales que han surgido por parte de charaleños que se han lanzado a las letras y han cumplido con la ardua labor escribiendo textos alrededor de la batalla, además de una novela y una mini serie televisiva ambientada en el contexto de la batalla. Estas son muestras del sentir y la apropiación que los charaleños tienen con la Batalla del río Pienta, con esas historias que han pasado de generación en generación las cuales involucran dolor pero a su vez orgullo.
El 7 de agosto es un día festivo en Colombia porque se celebra el día nacional de la Batalla de Boyacá con conmemoraciones que acaparan la atención de la prensa nacional y nacional. En Charalá la celebración es llevada a cabo el 4 de agosto, ese día el pueblo se adorna, comparsa, trajes típicos y elementos alusivos a una época determinada dan colorido a sus calles, de manera organizada desfilan niños, niñas, madres, padres abuelas, abuelos y funcionarios de la administración local de turno hasta el puente que hoy día permite el acceso al municipio y que se encuentra ubicado sobre el río Pienta. Una vez llegan todos los participantes se evocan unas palabras que buscan traer al presente el valor de los charaleños en la lucha por la independencia. Aunque en los últimos años se han buscado alternativas para que la batalla se involucre en un contexto nacional, aún queda mucho por hacer. Por ejemplo, en 2013 el Congreso de la República mediante la ley 1644 declaró “patrimonio histórico y cultural de la nación a Charalá por su aporte a la gesta libertadora de Colombia”. Sin embargo, más allá de la satisfacción por parte de los impulsores y del pueblo charaleño por este reconocimiento, aún no se han viabilizado los recursos que buscaban entre otras cosas construir una réplica del puente sobre el río Pienta donde se atrincheraron los charaleños para no permitir el paso de tropas del ejército real.
A poco más de un año de la conmemoración de los doscientos años de la Batalla del río Pienta se presenta un panorama favorable para que historiadores, universidades y/o asociaciones académicas lleven a cabo investigaciones que permitan esclarecer los acontecimientos antes, durante y después la lucha ocurrida el 4 de agosto de 1819 en Charalá. Esto será fundamental para abarcar ciertos aspectos sobre los cuales la tradición oral presenta dificultades en el relato y de esta manera poder contribuir a esclarecer una lucha que tuvo relación directa con la independencia de la actual Colombia.
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